tan caro como la cena y tan barato como el placer.
desconectado del mundo, vista por la ventana húmeda
cada vez que me acercaba al cristal (como cielo nublado)
veía -por cierto que sigo viendo- su rostro de camaleón.
parece que va a llover, pero cierro los ojos
para no tener que ver el agua caer en gotas.
iba a llover, estaba al punto de que el polvo
se limpiara del aire que distanciaba los dos puntos
de labios deseantes y cercanos
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